La Sensibilidad Dental (SD) es el dolor dental más frecuente. En encuestas realizadas en Estados Unidos, un 67% de los pacientes odontológicos respondió que había tenido algún episodio de Sensibilidad Dental. Sin embargo, una encuesta realizada a dentistas de Inglaterra observó que la SD solamente motivaba un 3% de las consultas. 

La SD es una situación muy frecuente en la población pero el paciente no suele acudir al dentista para tratarla, prefiriendo evitar las situaciones que la provocan o automedicarse. La figura del farmacéutico es fundamental para adecuar los consejos y recomendaciones dietéticas y la sugerencia del producto más adecuado para su tratamiento, y de esta forma evitar que la SD se haga crónica. 

¿Qué es la Sensibilidad Dental? 

Es un dolor que surge de un diente cuando se expone a ciertos estímulos habituales en la boca y que, en condiciones normales, no deberían producirlo: las bebidas y comidas frías, calientes o muy dulces, el cepillado dental, etc. El dolor es intenso y muy bien localizado en el diente que lo sufre, de corta duración, y sólo se siente mientras actúa el estímulo que lo provoca. Si éste persiste o no se localiza bien, debe ser remitido al dentista porque probablemente la causa no sea una SD. 

¿Por qué se produce la Sensibilidad Dental? 

En condiciones de salud, la dentina nunca debe estar en contacto con el exterior, ya que está recubierta de esmalte o cemento, pero cuando se elimina esta protección, los millones de túbulos que contiene son capaces de transmitir los estímulos que se producen en la boca a la pulpa del diente y estimular sus receptores nerviosos dando dolor. Los estímulos que provocan el dolor se transmiten cuando la dentina queda expuesta. 

Numerosas situaciones causan la exposición de la dentina:
• El cepillado dental inadecuado y una pasta dental muy abrasiva, pueden provocar la abrasión del esmalte y/o cemento.
• Las bebidas y comidas ácidas provocan descalcificación (erosión) del diente.
• La fuerza excesiva de la masticación (trauma oclusal, bruxismo) o los malos hábitos del paciente (uso de palillos dentales) pueden provocar desgastes en la corona (atricción) o en cuello (abfracción).
• El tratamiento periodontal, sobretodo la cirugía, puede eliminar parte de la encía dando lugar a recesión gingival.
• Patologías generales o ciertas situaciones profesiones que provocan un medio oral ácido, como son patologías estomacales (úlcera, hernia de hiato, etc.), psicológicas (bulimia, anorexia nerviosa) o profesionales (catadores de vinos, panaderos, etc.). 

¿Cuál es el tratamiento de la Sensibilidad Dental? 

El tratamiento de la SD debe contemplarse en tres niveles: 

TRATAMIENTO PREVENTIVO: 

Es esencial y sin él fracasará todo nuestro tratamiento. Muchos pacientes tratan de curar la SD evitando sólo el estímulo que les provoca dolor, pero siguen manteniendo la actuación del agente causal ya que lo desconocen y no les produce ninguna molestia. Esto hay que corregirlo informándole para que sea consciente de porqué aparece la SD y eliminar de la dieta las bebidas y comidas ácidas, ajustar la técnica de cepillado, usar una pasta dentífrica poco abrasiva, y corregir los malos hábitos que la favorecen. Normalmente, tras aplicar los anteriores consejos dietéticos, la evolución clínica de la SD es hacia la curación, ya que el depósito de las sales cálcicas de la saliva va cerrando los túbulos dentinarios y los odontoblastos irritados por los estímulos van cerrando la luz tubular y acaban aislando la pulpa del exterior. 

TRATAMIENTO AMBULATORIO: 

Estos productos actúan mediante dos mecanismos: 

• Bloqueando los receptores nerviosos pulpares. Productos como los derivados de potasio (nitrato, cloruro, citrato, etc.) penetran hasta la pulpa por los túbulos dentinarios abiertos. Es el principio activo más empleado actualmente para el tratamiento de la SD y aunque es efectivo, su problema radica en que es lento en conseguir su efecto. 

• Sellando los túbulos dentinarios abiertos en la superficie del diente. Hasta el momento, se han empleado muchos productos como la proarginina, el fluoruro de estaño, biocristales de fosfosilicato, etc. Su principal ventaja es que producen un alivio bastante rápido de la sintomatología pero su efectividad se ve limitada porque los agentes que causaron la SD como el ácido o el cepillado pueden eliminar y volver a recidivar la patología. 

TRATAMIENTO EN CLÍNICA: 

Se usan productos que sellan la superficie expuesta de cada diente sensible de forma individualizada. Son productos a base de resinas compuestas, barnices y lacas de flúor, oxalatos, soluciones de metacrilato, etc. Si la SD persiste aún después de administrados estos tratamientos, hay que considerar la posibilidad de que exista una afectación aguda de la pulpa dental y se deberá recurrir a la endodoncia o incluso a la exodoncia para tratarla. 

Para más información:
www.sepa.es
www.cuidatusencias.es