La diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre, también conocido como azúcar en la sangre, es demasiado alto. Con el tiempo, este exceso de azúcar en la sangre puede causar problemas en todo el cuerpo: en ojos, riñones, nervios, piel, corazón, vasos sanguíneos, y también en la boca.

Algunas personas con diabetes también experimentan una falta de saliva, trastorno que se conoce como "xerostomía” o sequedad de boca. Sin saliva para mantener la boca húmeda existe un mayor riesgo de que se produzcan caries, enfermedades de las encías y candidiasis oral, entre otros problemas.

Aunque la caries dental afecta a todo el mundo, especialmente lo hace en pacientes diabéticos. Esto se debe principalmente a los mayores niveles de glucosa de la saliva que baña los dientes. También la gingivitis o la inflamación de las encías que puede producir enrojecimiento y sangrado es frecuente en estos pacientes. En una fase posterior, la gingivitis puede agravarse y convertirse en una periodontitis, enfermedad irreversible donde hay una destrucción de los tejidos que sujetan los dientes. La enfermedad periodontal es la más común entre personas con diabetes, afectando a casi un 22% de las personas diagnosticadas, con posibles problemas de dolor al masticar, pérdida de dientes, problemas de socialización por la imagen, con la consecuente pérdida en la calidad de vida.

Otro problema frecuente de la boca como consecuencia de la diabetes es la infección por hongos, llamada candidiasis oral, que se presenta como placas blanquecinas y dolorosas en la boca. El síndrome de ardor bucal también es una afección relativamente frecuente en personas diabéticas. Aunque su etiología es multifactorial, ha sido relacionada con desequilibrios hormonales y metabólicos, incluyendo la diabetes. El agrandamiento de las glándulas salivales, el liquen plano y las alteraciones del gusto también se relacionan con pacientes diabéticos.

Para ayudar a prevenir problemas graves en la boca de los pacientes diabéticos y mantener una buena salud bucal, se debe extremar la higiene bucal y realizarla de forma rigurosa y constante. Los siguientes 3 pasos son imprescindibles para ello:

• Cepillar los dientes 3 veces al día durante 2 minutos con un cepillo que respete las encías, una pasta dentífrica que contenga componentes antisépticos para ayudar a disminuir la placa bacteriana, así como una buena técnica de cepillado
• Utilizar productos adecuados para la higiene interproximal mínimo 2 veces al día, como hilos y sedas, cepillos interproximales y/o irrigadores
• Enjuagarse con un colutorio que contenga componentes antisépticos con 15ml 3 veces al día.

Por supuesto, no olvidar visitar al dentista por lo menos 1 vez al año y realizar los controles de glucosa establecidos por el especialista.

Otros factores que pueden alterar el equilibrio en cuanto a la salud bucal del paciente diabético son los medicamentos que toma, es importante tener en cuenta sus efectos secundarios y no olvidar los pasos recomendados anteriormente. También se recomienda evitar el tabaco, ya que este puede empeorar la enfermedad de las encías, además de tener una repercusión negativa evidente a nivel de salud general.