Hoy en día, pese a que la población general tiene conocimientos suficientes de higiene básica bucodental, seguimos encontrándonos en las clínicas dentales pacientes que o bien no saben o bien desconocen los recursos que tenemos para conseguir una boca sana en todos los sentidos.

En 2020, encuestas basadas en entrevistas telefónicas a 1000 personas, 8 de cada 10 personas afirma lavarse los dientes al menos 2 veces al día. Sin embargo, el uso habitual de la higiene interdentaria no sobrepasa el 21%. (1) Datos que reflejan que el uso de elementos de higiene interproximal en la población es escaso.

En la actualidad nos encontramos cada vez más pacientes portadores de aparatos ortodóncicos, prótesis dentosoportadas e implantosoportadas. Éste tipo de prótesis conllevan un cuidado diferente y más minucioso que una boca con todos sus dientes naturales, aunque con refuerzo constante y un buen aprendizaje se convierte en una práctica normal de cuidado personal como cualquier otra. Nuestros pacientes deben, en cada visita de revisión, no sólo ver que todo está correcto referente a sus prótesis fijas o removibles, también deben saber utilizar las herramientas de limpieza interproximal para higienizar éstas zonas, que nos enseñen cómo lo hacen y nosotros resolver sus dudas, inquietudes y fallos si los tuvieran.

Con el cepillado dental no limpiamos todas las caras de nuestros dientes. Aproximadamente el 40% corresponde a las caras interdentales, por lo que para esas zonas realizaremos la higiene interdental, que evitará el acúmulo de placa bacteriana entre los dientes, en las encías, alrededor de implantes, de las prótesis y de aparatos de ortodoncia previniendo enfermedades periodontales y periimplantarias además de evitar caries interdentales

Disponemos de diferentes productos y elementos auxiliares con los que realizaremos la remoción de esta placa o biofilm dental pero:

¿Primero el hilo o el cepillado?

Según William Frossard, profesor y coordinador del curso de especialización en prótesis dentaria de la UERJ (Universidad del Estado de Río de Janeiro, Brasil) "Por lo general, se recomienda utilizar primero el hilo dental, para eliminar la placa que se encuentra entre los dientes, y luego el cepillo dental para evitar el mal olor que se genera tras quitar la placa. Así uno mantiene aquel agradable aliento que proporciona la pasta dentífrica". (2) A lo que podemos añadir que, si realizamos la limpieza interdental previa al cepillado, podremos posteriormente arrastrar con el cepillo dental lo que hemos removido con el hilo dental/cepillo interdental.

Herramientas de higiene interdental:

• Seda y cinta dental con o sin cera: Eliminan hasta un 80% de biofilm interdental incluso 2-3 mm bajo el margen gingival
• Enhebradores dentales e hilo con enhebrador incorporado: Ayudan a introducir la seda o la cinta en espacios de difícil acceso. Perfecto para pacientes con prótesis, ortodoncia e implantes.
• Cepillos interdentales: Adecuados para espacios interdentales medios o anchos. Presentan diámetros desde 0.6mm hasta 2.2mm. Deben tener el tamaño adecuado para los espacios interdentales, por eso, es de gran importancia que los Higienistas enseñemos a nuestros pacientes el tipo y tamaño de cepillo interdental que le corresponde a cada diente y espacio. Los cepillos interdentales deben de ser insertados suavemente para no lesionar los tejidos. Comenzamos en el espacio interdental por vestibular con movimientos circulares hasta que alcance el otro lado lingual o palatino y ahí hacemos movimientos horizontales. Siempre se debe enjuagar el cepillo entre un espacio interdental y otro. En áreas posteriores donde los tejidos vestibulares y palatinos/linguales están en diferentes niveles, el cepillo se puede curvar para que su punta no impacte con el tejido del lado opuesto y así no dañar los tejidos blandos. (3)(4)
• Gel interdental: Gel, que puede ser bactericida y que, aplicándolo en los filamentos del cepillo interdental, penetran en las zonas interdentales previniendo de inflamación de las encías y caries. Es recomendable primero pasar el interdental sin gel y una vez limpio volver a pasarlo con el gel.
• Irrigadores bucales: Son un gran complemento de higiene ya que con el chorro de agua o colutorio y su movimiento pulsátil y a presión podemos arrastrar todo lo que hemos removido anteriormente, o bien con cepillos interdentales o con hilo. Debemos dejar un espacio adecuado entre el diente y el irrigador para no lesionar tejidos, con una presión no muy elevada para lo mismo. Los irrigadores bucales pueden resultar de considerable valor como vehículos para administrar quimioterápicos que inhiben el crecimiento microbiano, especialmente en zonas inaccesibles, como las interdentales y las bolsas periodontales. (4)