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Mejor calidad de vida con prótesis dentales cuidadas
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Información

Reducir el número de personas sin dientes es uno de los objetivos mundiales de la Organización Mundial de la Salud para el año 2020. La pérdida total de la dentadura está relacionada con las condiciones sanitarias y con los hábitos culturales, factores que están mejorando con el tiempo. Este hecho se ve reflejado en el índice de personas sin dientes con más de 65 años, que en España ya se situaba en el 22% en 2005 (*).

Para restaurar una o varias piezas dentarias ausentes puede colocarse en su lugar una prótesis, que ayuda a devolver funciones tan cotidianas como la masticación, la deglución, la fonética y la estética. Las prótesis pueden ser parciales o totales, y la capacidad de adaptación a ellas es variable. Una vez integrada con éxito, la implantación de este elemento artificial puede ocasionar molestias, así como dificultades a la hora de comer.

Problemas con solución

La menor fuerza de masticación, sobre todo con alimentos duros, puede generar insatisfacción, modificar el placer del acto de comer, y acarrear problemas nutricionales que afecten a la salud general, siendo las personas de edad avanzada especialmente susceptibles a ello. Uno de los inconvenientes que presentan las prótesis si no están correctamente ajustadas es que pueden quedar atrapados restos alimenticios entre estas y la encía. Esto genera incomodidad a la vez que favorece el crecimiento de bacterias que pueden causar mal aliento. 

Para que esto no suceda, la persona debe llevar a cabo unos hábitos de higiene oral rigurosos:

  • Lavar y masajear la mucosa cubierta por la prótesis dos veces al día, usando un cepillo dental con filamentos muy suaves o aterciopelados para masajear el reborde edéntulo. 
  • Eliminar el biofilm oral (placa bacteriana) y las tinciones procedentes del té, café, tabaco, etc. sumergiendo la prótesis en comprimidos limpiadores específicos para la limpieza de estas. 
  • Limpiar el dorso de la lengua con un limpiador lingual.


Una de las funciones de las prótesis dentales es devolver la estética perdida a aquellos que la usan. La satisfacción que proporciona da seguridad y mejora la autoestima. Teniendo en cuenta la existencia de adhesivos dentales eficaces que evitan que la dentadura se mueva y roce la encía, la rehabilitación protésica ayuda a mejorar la calidad de vida. 

(*)Surveillance in Europe: European Global Oral Health Indicators Development Project

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Reducir el número de personas sin dientes es uno de los objetivos mundiales de la Organización Mundial de la Salud para el año 2020. La pérdida total de la dentadura está relacionada con las condiciones sanitarias y con los hábitos culturales, factores que están mejorando con el tiempo. Este hecho se ve reflejado en el índice de personas sin dientes con más de 65 años, que en España ya se situaba en el 22% en 2005 (*).

Para restaurar una o varias piezas dentarias ausentes puede colocarse en su lugar una prótesis, que ayuda a devolver funciones tan cotidianas como la masticación, la deglución, la fonética y la estética. Las prótesis pueden ser parciales o totales, y la capacidad de adaptación a ellas es variable. Una vez integrada con éxito, la implantación de este elemento artificial puede ocasionar molestias, así como dificultades a la hora de comer.

Problemas con solución

La menor fuerza de masticación, sobre todo con alimentos duros, puede generar insatisfacción, modificar el placer del acto de comer, y acarrear problemas nutricionales que afecten a la salud general, siendo las personas de edad avanzada especialmente susceptibles a ello. Uno de los inconvenientes que presentan las prótesis si no están correctamente ajustadas es que pueden quedar atrapados restos alimenticios entre estas y la encía. Esto genera incomodidad a la vez que favorece el crecimiento de bacterias que pueden causar mal aliento. 

Para que esto no suceda, la persona debe llevar a cabo unos hábitos de higiene oral rigurosos:

  • Lavar y masajear la mucosa cubierta por la prótesis dos veces al día, usando un cepillo dental con filamentos muy suaves o aterciopelados para masajear el reborde edéntulo. 
  • Eliminar el biofilm oral (placa bacteriana) y las tinciones procedentes del té, café, tabaco, etc. sumergiendo la prótesis en comprimidos limpiadores específicos para la limpieza de estas. 
  • Limpiar el dorso de la lengua con un limpiador lingual.


Una de las funciones de las prótesis dentales es devolver la estética perdida a aquellos que la usan. La satisfacción que proporciona da seguridad y mejora la autoestima. Teniendo en cuenta la existencia de adhesivos dentales eficaces que evitan que la dentadura se mueva y roce la encía, la rehabilitación protésica ayuda a mejorar la calidad de vida. 

(*)Surveillance in Europe: European Global Oral Health Indicators Development Project

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