Un afta es una pequeña úlcera que aparece en la boca de forma inesperada, muy dolorosa, de color blanco o amarillo, y rodeada por un halo rojo y brillante. A diferencia de lo que pueda parecer a simple vista, las aftas no son lo mismo que los herpes labiales.
Normalmente, las aftas se localizan en la lengua, el paladar, las encías, los labios y las mejillas. Generalmente, suelen curarse por sí solas en una semana, pero durante ese tiempo pueden llegar a ser muy dolorosas e interferir en la alimentación y el habla.
Las aftas se pueden llegar a presentar hasta en el 50% de la población general. Además, junto con las caries, se consideran la alteración bucal más frecuente.
Clasificación
Según los términos médicos, se establecen tres tipos de aftas, dependiendo de su forma, tamaño y gravedad:
Causas y sintomatología
A pesar de que, en algunos casos, no se puede llegar a determinar la causa de la aparición de un afta, las causas más comunes son: el estrés emocional, la falta de ciertas vitaminas y minerales a causa de una mala alimentación, la menstruación, cambios hormonales y alergias a determinados alimentos, o su aparición por causas hereditarias. Aunque cualquier persona puede desarrollar aftas, las mujeres son más propensas a contraerlas que los hombres. Pero cuando ellos las padecen, su posibilidad de reaparición es mayor.
Tratamiento
Si se instaura un tratamiento, este irá encaminado a disminuir y aliviar el dolor e inflamación del afta, evitar la infección y retrasar recidivas.
Pueden emplearse colutorios a base de antisépticos (clorhexidina, povidona, etc.) para evitar sobreinfecciones, corticoides tópicos (hidrocortisona, triamcinolona), anestésicos locales (lidocaína) o geles de ácido hialurónico que ayudan a la cicatrización. Para casos severos se ha indicado la administración de algunos fármacos como la colchicina, la prednisona oral, la azatioprina o el aciclovir.
Para mejorar la sintomatología de las aftas también se recomienda evitar la ingesta de alimentos duros, comidas o bebidas ácidas, saladas, picantes, etc. Se recomienda ayudarse de una pajita para beber y evitar de esta forma el contacto con la boca en caso necesario. Hay que evitar el estrés. Además es necesario mantener una buena higiene bucal.
Un afta es una pequeña úlcera que aparece en la boca de forma inesperada, muy dolorosa, de color blanco o amarillo, y rodeada por un halo rojo y brillante. A diferencia de lo que pueda parecer a simple vista, las aftas no son lo mismo que los herpes labiales.
Normalmente, las aftas se localizan en la lengua, el paladar, las encías, los labios y las mejillas. Generalmente, suelen curarse por sí solas en una semana, pero durante ese tiempo pueden llegar a ser muy dolorosas e interferir en la alimentación y el habla.
Las aftas se pueden llegar a presentar hasta en el 50% de la población general. Además, junto con las caries, se consideran la alteración bucal más frecuente.
Clasificación
Según los términos médicos, se establecen tres tipos de aftas, dependiendo de su forma, tamaño y gravedad:
Causas y sintomatología
A pesar de que, en algunos casos, no se puede llegar a determinar la causa de la aparición de un afta, las causas más comunes son: el estrés emocional, la falta de ciertas vitaminas y minerales a causa de una mala alimentación, la menstruación, cambios hormonales y alergias a determinados alimentos, o su aparición por causas hereditarias. Aunque cualquier persona puede desarrollar aftas, las mujeres son más propensas a contraerlas que los hombres. Pero cuando ellos las padecen, su posibilidad de reaparición es mayor.
Tratamiento
Si se instaura un tratamiento, este irá encaminado a disminuir y aliviar el dolor e inflamación del afta, evitar la infección y retrasar recidivas.
Pueden emplearse colutorios a base de antisépticos (clorhexidina, povidona, etc.) para evitar sobreinfecciones, corticoides tópicos (hidrocortisona, triamcinolona), anestésicos locales (lidocaína) o geles de ácido hialurónico que ayudan a la cicatrización. Para casos severos se ha indicado la administración de algunos fármacos como la colchicina, la prednisona oral, la azatioprina o el aciclovir.
Para mejorar la sintomatología de las aftas también se recomienda evitar la ingesta de alimentos duros, comidas o bebidas ácidas, saladas, picantes, etc. Se recomienda ayudarse de una pajita para beber y evitar de esta forma el contacto con la boca en caso necesario. Hay que evitar el estrés. Además es necesario mantener una buena higiene bucal.
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