El edentulismo es la pérdida de uno o más dientes en la edad adulta, pudiendo ser parcial (afecta a unos pocos dientes) o total (pérdida de todos los dientes).

Las causas pueden ser diversas: enfermedades, un accidente, la edad, traumatismos... Y las consecuencias son igualmente variadas, repercutiendo en diferentes áreas de nuestra vida:

• Desplazamiento de los dientes conservados: El hueco que queda de los dientes perdidos hace que los dientes adyacentes tiendan a rellenarlo, desplazándose de su lugar original; también el diente antagonista puede llegar a crecer aprovechando el espacio vacío. En esos casos, antes de poder colocar un implante será necesario realizar un tratamiento de ortodoncia para que, al implantar el nuevo diente, pueda tener el tamaño del diente original.

• Masticación: Cada diente cumple con su cometido en el proceso de masticación y en las funciones digestivas. Cortar, masticar, desgarrar, triturar y moler son algunas las tareas más importantes que realizan nuestros dientes. En función de los dientes perdidos estas tareas pueden verse afectadas, ocasionando molestias y complicaciones en el proceso de digestión. Antes de ingerir el alimento, los incisivos lo cortan en trozos más pequeños para que puedan ser molidos posteriormente por los molares; en caso de que el alimento sea especialmente fibroso, los caninos con ayuda de los premolares, ayudarán a su reducción desgarrándolos hasta dejarlos preparados para ser molidos y convertidos en una masa susceptible de ser deglutida. En función del diente faltante las dificultades en la masticación serán unas u otras, pudiendo llegar a condicionar nuestra dieta.

• Digestión y nutrición: Una masticación deficitaria generará una mala digestión, puesto que los alimentos no llegarán al aparato digestivo en las condiciones de tamaño y textura óptimas. Además de las molestias que esto puede causar, una mala digestión puede dificultar la obtención de nutrientes para el organismo.

• Sobrecarga de los dientes restantes: La falta de determinados dientes provoca que los restantes tiendan a ejercer su función, soportando así una sobrecarga que puede hacerlos más vulnerables a posibles alteraciones, e incluso acortar su vida útil.

• El habla: Una correcta fonación depende, entre otros factores, de la presencia y posición de los dientes. Su falta puede ocasionar problemas en la articulación de los sonidos, especialmente si los ausentes son los incisivos; en ese caso, fonemas como 'v', 's', 'z' y 'f' se pronunciarán de manera deficiente.

• Reabsorción ósea progresiva: La falta de un diente provoca la disminución progresiva del tejido óseo, que en casos avanzados puede imposibilitar la colocación de una prótesis completa. Dicha prótesis permite frenar esta progresión.

• Transformación del rostro: En el caso del edentulismo total, la falta de soporte labial y el pseudoprognatismo (desalineación entre el maxilar y la mandíbula) producen cambios morfológicos en el rostro, dándole un aspecto envejecido.

Un problema de fácil solución
Siendo tantas y tan importantes las consecuencias de la pérdida de los dientes, no debemos resignarnos a no poder disfrutar de nuevo de una vida plena. El mercado ofrece diferentes soluciones, como prótesis removibles o implantes dentales, que se adaptan a cada caso.

Fuentes:
Consecuencias del edentulismo
Funciones de los dientes en la fonación
Implantes